7 Acciones inteligentes para empezar a emprender sin dejar tu empleo

Por Aquiles Julián

Microinfluencer, microdistribuidor y mobilepreneur

Emprender es inteligente.

Las limitaciones de los salarios frente a la presión continua y creciente de los gastos y el costo de la vida y la incertidumbre del futuro frente a las amenazas de la Cuarta Revolución Industrial, 4RI, unida a la importancia de asegurar los ingresos familiares, crear un activo y dejar un legado a los hijos, son razones de sobra para emprender.

Es inteligente hacerlo ya mismo.

Pero más inteligente todavía es hacerlo sin dejar el empleo, pues nuestra intención y buenos deseos enfrenta una realidad: nuestra falta de experiencia, conocimientos de negocios y, sobre todo, el que no tenemos clientes.

Sin clientes no hay emprendimiento ni hay negocio.

Muchas personas ilusamente creen que basta con montar una plataforma de negocio, sea física (una tienda, por ejemplo) o virtual (un website) y los clientes caerán por default, automáticamente.

Y queman las naves prematuramente y se lanzan a una aventura que en la mayoría de los casos fracasa.

¿Qué falló? Que no tenían la base de clientes, experiencia y conocimientos suficientes para operar a tiempo completo. Aquí les aportamos, en base a nuestra experiencia práctica, aprendizajes y conocimientos las 7 acciones más inteligentes para empezar a emprender en tu tiempo libre sin abandonar tu empleo.

Acción # 1: Enfócate en una categoría de consumo cautivo

Un negocio consiste en crear, retener y desarrollar clientes que adquieren productos y servicios por nuestra vía a cambio de un pago mutuamente convenido.

Sin clientes ni hay negocio ni hay emprendimiento alguno.

Un negocio no son ni los productos, ni el local, ni los equipos, ni el medio físico o virtual, ni empleados ni ninguna otra cosa que no sea intercambios con clientes.

Y para que esos intercambios se realicen no sólo necesitamos los clientes, necesitamos los pedidos.

Los clientes nos harán pedido en función de sus necesidades, gustos y deseos, lo que origina los tres tipos de consumo que realizan: consumo cautivo, basado en necesidades, como alimentos, productos de limpiar, productos de higiene, servicios, productos de salud, de lavandería o de cuidado y arreglo personal; consumo opcional, basado en gustos, como helados, juguetes, recreación, etc., y consumo extraordinario, como irse de vacaciones a un crucero, a un resort, en un tour por Europa, etc.

De los tres tipos de consumo el más seguro es el cautivo, basado en necesidades, y es en ese consumo en que invierten los ricos: montan supermercados, porque saben que todas las familias cada mes van a gastar la mayor parte de sus ingresos en ese tipo de consumo.

Un negocio se enfoca no en nuestros gustos y preferencias, sino en los patrones de consumo de nuestro clientes potenciales, porque es para que nos compren a nosotros en vez de a otros, que montamos la operación.

Acción # 2: Inicia con un piloto

Muchos aspirantes a emprendedores se deleitan con sueños de riqueza al vapor y empezar en grande, pero eso no son más que fantasías. Todo inicio exitoso empieza por ser modesto,  en pequeño, un microemprendimiento y una operación de microdistribución,  y va creciendo en la medida en que crecen tanto la base de clientes como el nivel de experiencia, conocimientos y habilidades y se construye paulatinamente una organización.
Es inteligente iniciar por ser un microdistribuidor, atendiendo una clientela formada por nuestras relaciones.

Sir Richard Branson, el conocido creador de Virgin y decenas de emprendimientos amparados en su marca, escribió en su blog oficial: “Que no tengas la posibilidad de dejar tu trabajo, no significa que tengas que abandonar tus sueños. Deberían ser complementarios. Algunas de las compañías más exitosas del mundo empezaron como proyectos paralelos al trabajo, con sus fundadores trabajando en las tardes y en los fines de semana para hacer sus ideas realidad. Virgin es un claro ejemplo de eso, todos nuestros negocios de Virgin nacieron mientras trabajábamos en otras cosas”

Iniciar con un piloto, o un “proyecto paralelo al trabajo” como lo llama Branson, te permite ir creando la base de clientes que necesitas, además de acumular experiencia, conocimientos y pulir tus habilidades y destrezas, todo lo cual toma tiempo.

Recordemos el mensaje de aprender a ser fiel en lo poco, para que se nos ponga sobre lo mucho.

Nadie empieza a construir un edificio por el techo, sino por la zapata.

Crear una base suficiente de clientes, un movimiento de volumen significativo, operaciones que fluyan, flujo de caja, rentabilidad, junto a experiencias, conocimientos, habilidades de negocio y colaboradores es la sólida zapata de cualquier negocio exitoso.

Acción # 3: Apaláncate en una plataforma de negocio y un suplidor probados.

Un negocio es el acto de intercambiar un producto o servicio a cambio de un pago mutuamente convenido con un cliente que nos compra. Eso, y sólo eso, es lo que significa el concepto “Negocio”.

Un negocio es una operación de intercambio.

Por un lado requiere un operador, el emprendedor.

Y por el otro el comprador, el cliente.

Ahora bien, para operar un negocio, para poder realizar esa transacción, requerimos emplear dos tipos de soportes:  una plataforma de negocio, un medio físico o virtual a través del cual entramos en relación con el cliente y suplimos su pedido, y por el otro también necesitamos fabricantes y empresas que nos suplan productos, servicios e insumos para poder operar nuestra plataforma.

Podemos, erróneamente, gastar recursos en montar una plataforma, sea física o virtual, para lanzar nuestra operación y hacernos de un inventario, un stock de productos, para suplir los pedidos que potencialmente lograremos.

¿Por qué es un error? Porque nos metemos en costos fijos sin todavía tener una base de clientes y de operaciones que cubran esos costos. Y esos costos operativos destruyen la mayor parte de las iniciativas de emprendimiento.

Es más inteligente apalancarse. ¿Qué significa “apalancarse”? Apoyarse en recursos y medios externos para respaldar nuestra operación y emprender con costos mínimos y/o sin costos.

El modelo dropshipping Pro te permite:

1.      Emplear una tienda virtual montada por un socio suplidor

2.     Operar sin inventario, capitalizando el inventario del socio suplidor

3.     Reducir a cero los costos fijos, ya que el costo de mantenimiento de la plataforma, el almacenamiento y las garantías corren a cargo del socio suplidor

4.     Monetizar nuestra capacidad relacional de convertir contactos en clientes y nuestras habilidades y destrezas interpersonales.

5.     Beneficiarnos de un modelo de compensación que nos permite ganar de varias maneras, no sólo por el margen de comercialización (aunque lo incluye)

6.    Expandir nuestra operación y lograr escalabilidad nacional e internacional sin límites

7.     Aplicar distintas estrategias y recursos de forma sinérgica desde el mobile marketing al affiliate marketing, el mercadeo directo, el experiencial marketing, sampling y muchas otras técnicas y recursos para crear nuestra comunidad de clientes.

Acción # 4:  Ten un mentor comprometido con tu éxito

Hay muchos errores, inconvenientes, contratiempos y pérdidas de recursos o de oportunidad que podemos evitarnos con simplemente hacer algo inteligente: hacernos de un mentor.

Un mentor es alguien con mayor experiencia o conocimiento en emprendimiento, con resultados y con la disposición de compartir su experiencia con nosotros, guiándonos y asesorándonos para evitarnos innecesarios traspiés.

Estamos rodeados de personas y todas opinan desde sus creencias y percepciones, pero carecen de experiencia real y conocimiento real sobre cómo construir un negocio. Y sus buenas intenciones no bastan. Al revés, nos pueden conducir a costosos errores.

Tener a alguien a quien le importe nuestro éxito, con quien podamos consultar y evaluar nuestros planes, y a quien le rindamos cuentas de los compromisos que voluntariamente contrajimos, que se beneficie si ganamos y se perjudique si perdemos, es un activo valiosísimo para emprender con éxito.

Y si no sólo tenemos un mentor, sino toda una línea de mentoría de quienes aprender y a quienes modelar, somos más que bendecidos.

Acción # 5:  Aplica un plan de acción consultado con tu mentor

La acción es lo único que cambia la realidad. Podemos tener la mejor idea, la mejor intención, lo mejor en todo, pero si no salimos de la zona de confort a la zona de sudor, sino empezamos a poner en práctica nuestra iniciativa esperando “el momento ideal” (que siempre será ahora, por cierto), estaremos saboteándonos sin saberlo.

Y para actuar necesitamos un plan.

Ese plan implica establecer unas acciones básicas y unos compromisos que pueden ser del tipo:

1.      Enviar diariamente X cantidad de ofertas a nuestra base de prospectos

2.     Hacer diariamente X cantidad de llamadas

3.      Generar diariamente X cantidad de pedidos promedio.

4.     Ampliar diariamente tus  relaciones y contactos en dos a tres personas

5.     Aplicar diariamente una nueva técnica relacional y verificar su impacto, mejorando tus habilidades interpersonales

6.    Explicar diariamente a dos personas cómo pueden emprender

7.     Verificar diariamente sus avances e informarlo a tu mentor

La disciplina para aplicar un plan de acción va pareja con la verificación de los resultados de manera diaria, semanal, quincenal y mensual, lo que va construyendo en ti experiencia, conocimientos y expertise. Te permitirá insistir y profundizar en lo que funciona, modificar o mejorar lo que no funciona, aplicar iniciativas novedosas, desistir de “buenas ideas” que no producen resultados y mejorar tu desempeño apoyándote en elevar tu nivel de conciencia y autorrevisión.

Como el plan ha sido (es nuestra recomendación), consultado y convenido con tu mentor y le rindes informes de tus resultados, puedes revisar con él tus acciones y recibir guía, dirección y consejería, lo que redundará en una mejoría de tu desenvolvimiento.

Acción # 6: Pule tus habilidades y destrezas interpersonales y de negocio

Si eres como la inmensa mayoría de las personas, como yo, provienes de una familia de empleados que nos educó en prepararnos profesionalmente y buscar un empleo, hacer carrera en una empresa buscando ascender y en los beneficios de trabajar para otros.

Esa mentalidad hoy es suicida: no hay empleos seguros. La Cuarta Revolución Industrial va a eliminar muchos puestos de trabajo y a volver superfluas muchísimas profesiones y carreras.

Nuestro conocimiento técnico o profesional es útil para prosperar en la carrera corporativa, pero no nos capacita para emprender.

Tenemos que desarrollar un nuevo set de habilidades, competencias y destrezas… Y un nuevo mindset.

Nuestras habilidades y destrezas interpersonales, el “don de gente”, el aprender a ganarnos a las personas y crear aprecio y estima de ellas hacia nosotros es crucial.

Mejorar nuestra capacidad de comunicarnos, de hacer rapport y sintonizar con los demás, nuestro nivel de inteligencia emocional, la aplicación de las tres leyes del liderazgo y el carisma, la capacidad de servir y ser útil a los demás, enfocarnos en la satisfacción de nuestros clientes y generar en otros una experiencia sobresaliente que les haga preferirnos y ser su primera opción para suplirse en la categoría que trabajamos.

Es posible pulir, desarrollar y mejorar esas habilidades y capacidades, aunque no nos entrenaron y capacitaron  en ellas. Es urgente que lo hagamos.

Requiere elevar nuestro nivel de entendimiento y conciencia. Todo el dinero del mundo se recibe siempre de otros. Sucede con todos los tipos de negocio. Los dueños de un supermercado, una farmacia, un restaurante, la tienda, una clínica, una línea aérea, una panadería, un salón de belleza, una estación de combustibles, etc., reciben ingresos de sus clientes, de otras personas. Y eso mismo nos sucede como empleados, pues nuestro salario procede del dinero que ingresan de los clientes de nuestros empleadores. Y en nuestro emprendimiento no será diferente.

Es saludable participar de una comunidad de emprendedores, invertir en elevar nuestro nivel de conciencia y entendimiento a través de libros, audiolibros, seminarios y eventos y formar nuestro mindset emprendedor.

Es lo que hacen todos los emprendedores de éxito.

Nos toca.

Acción # 7:  Empieza a crear una organización

Nuestra capacidad y nuestras posibilidades personales tienen límites. Esos límites son evidentes: Sólo tenemos 24 horas al día; tenemos unos talentos y habilidades y conocimientos, pero nos faltan otros; tenemos una energía limitada, relaciones limitadas y límites en capacidad de interactuar.

¿Cómo podemos superar nuestros límites?

La única manera orgánica e inteligente es haciendo equipo con otros: creando una organización.

Eso es lo que han hecho todos los emprendedores inteligentes para expandir su influencia, alcanzar a un mayor número de clientes, crear algo que les sobreviva y perdure como legado.

Conocemos por igual el caso contrario: los emprendedores que han sostenido operaciones del tamaño de su tiempo, recursos y posibilidades, que han envejecido con ellos y nunca han superado el nivel de sobrevivencia precaria. Colmados (tiendas de abarrotes), talleres, restaurantes, sastrerías, lavanderías, tiendas, ferreterías, farmacias, etc., que apenas han dado para comer y que se ven amenazadas por las redes de farmacias, por las cadenas de supermercados, por las franquicias de lavandería, ferreterías, etc., que proliferan y se apalancan.

Sin crear una organización nuestro esfuerzo siempre será infructuoso, agotador y de escasa utilidad.

Todos los emprendimientos exitosos empiezan con un piloto, pequeño, pero se expanden y crecen. Son como una semilla que germina, crece y se multiplica produciendo otras semillas y generando un bosque.

Es inteligente comenzar pequeño, pero no lo es quedarse pequeño.

Y para eso necesitamos una organización

El tiempo de empezar es ¡Ahora!

Muchas personas están conteste en que es inteligente emprender, sólo que esperan “las condiciones perfectas”. Están cortejando el desastre.

En realidad, no nos sobra tiempo.

El momento de empezar es ¡Ahora!  Para decirlo más claro: Lo inevitable viene. Hay un problema mayor, una tragedia, que nos ocurrirá o que sucederá en nuestra familia. No sabemos a quién, no sabemos cuándo, no sabemos qué, pero lo único que podemos hacer es prepararnos para tener los recursos y medios con que encarar y resolver lo que acontezca.

Es inteligente pensar nuestro empleo, nuestra condición actual, como una beca transitoria para que adquiramos experiencia, relaciones, conocimientos y habilidades de comunicación, negocios y liderazgo.

Es poseer un apoyo en lo que construimos una comunidad de clientes, uno a uno, con paciencia y perseverancia, a la vez que desarrollamos nuestras habilidades, conocimientos y destrezas de negocio e interpersonales, y construimos experiencia y expertise.

Pongámonos en acción. Busquemos nuestro mentor. Iniciemos nuestro piloto. Logremos nuestro primer cliente y nuestro primer pedido.

Así ha comenzado todo lo que merece admiración y respeto en el mundo.