¿QUÉ TAN INTOXICADAS ESTÁN NUESTRA CASA Y NUESTRA FAMILIA?

 

Por Aquiles Julián

Neurocoach y Wellness Coach

Estamos expuestos a una gran cantidad de químicos tóxicos que destruyen nuestra salud y contaminan la vida.

Están en el aire que respiramos, en el polvo, en los alimentos, en los utensilios y artículos, en nuestra ropa, en nuestros productos de limpieza, de lavandería, de aseo personal, etc.

Aprovechando nuestra ignorancia, nuestro descuido y nuestra indiferencia fomentada por los medios de comunicación y los intereses que los alimentan, que nos mantienen distraídos en temas superfluos o abiertamente frívolos como las vidas privadas de cantantes y actores, por ejemplo, nos contaminan de múltiples maneras.

El problema mayor es que los contaminantes tóxicos son invisibles a nuestros ojos. No obstante, los respiramos, los comemos, los bebemos y los absorbemos a través de la piel.

No los vemos, pero sus terribles efectos los padecemos como enfermedades catastróficas, como daño celular, como muertes prematuras, como daños a nuestros órganos, como dolor y tragedia familiar.

Como el Dr. Miguel Portas expresa en su libro Vive Más y Mejor “Nuestra exposición a los contaminantes ambientales suele empezar en el vientre materno, pues muchos de ellos cruzan la placenta; es habitual detectarlos en ella, la placenta, y en el líquido amniótico (el que rodea al embrión y luego al feto).”

Esos tóxicos nos llegan por:

Contaminantes en artículos y productos

Contaminantes en envases

Contaminantes alimentos

Residuos tóxicos de plaguicidas y herbicidas

Contaminantes en juguetes plásticos y enseres para niños

Insecticidas

Contaminación en el aire

Contaminantes en productos de limpieza

Contaminantes en productos de lavar

Contaminantes en productos de higiene personal

Contaminantes en artículos de cocinar

Contaminantes en maquillaje

 

¿Por qué vías nos contaminamos?

Nos intoxicamos sin darnos cuenta por tres vías:

Por lo que ingerimos: pesticidas, dioxinas, metales pesados, triclosán y otros venenos entran a nuestro sistema a través de hortalizas, frutas y vegetales contaminados, así como a través de los residuos acumulados en los tejidos grasos de peces y vacunos.

Los animales de granjas, reses, pollos y cerdos, nos contaminan con antibióticos y hormonas.

Nos intoxicamos por lo que inhalamos: fenaldehído, contaminantes volátiles, dioxinas, etc., son inhaladas a través de contaminación aérea. Por igual, nos afecta el humo tóxico por la quema de plásticos y basura, incluyendo la originada en quemas de vertederos (Duquesa y Rafey en Santo Domingo y Santiago, Rep. Dominicana, son ejemplos).

Las chimeneas de industrias que esparcen humo tóxico, los escapes de automóviles, etc., son también generadores de polución ambiental.

Nos intoxicamos por entrar en contacto vía la piel con tóxicos, por absorción. La cultura en RD es manejar con las manos desnudas (sin guantes) al trapear (mapear) el piso y limpiar, entrando en contacto con ingredientes químicos corrosivos y tóxicos sin entender que la piel es permeable y a través de ella penetran en nuestro torrente sanguíneo y cuerpo sustancias dañinas.

Por igual, residuos químicos tóxicos en prendas de vestir, provenientes de ingredientes tóxicos en detergentes, suavizantes y blanqueadores, nos afectan.

 

Indicadores mundiales del nivel de intoxicación

 

No tenemos estudios locales sobre la presencia de químicos tóxicos en nuestro organismo, sin embargo, lo que sí revelan los estudios de países desarrollados que realizan los estudios es más que alarmante.

Veamos algunos ejemplos.

En nueve voluntarios sanos de New York se encontraron un mínimo de 77 contaminantes químicos en el mismo individuo (de 210 contaminantes analizados). Se llegaron a detectar hasta 106 compuestos en una sola persona.

En un estudio a trece familias de doce países europeos se hallaron entre 18 y 39 productos químicos tóxicos en los miembros de las familias (al analizar la presencia de sólo 107 productos químicos).

En 155 voluntarios de 13 poblaciones de Gran Bretaña se encontraron hasta 49 productos químicos en la misma persona (de 78 sustancias analizadas).

En un estudio a nivel nacional en Estados Unidos se analizó la exposición de 268 mujeres embarazadas a 163 contaminantes químicos. Todas las mujeres estaban contaminadas por 43 productos o más. Se detectaron bifenilos policlorados (PCBs), plaguicidas organoclorados, fenoles, difeniléteres, ftalatos e hidrocarburos aromáticos policíclico en el 99% de las mujeres.

David C. Christiani, catedrático de la Universidad de Harvard, subraya en un comentario editorial publicado en la New England Journal of Medicine, que diferentes estudios han detectado más de 300 sustancias químicas industriales en la sangre del cordón umbilical de numerosos recién nacidos. Christiani recuerda que la exposición prenatal a ciertas sustancias cancerígenas aumenta el riesgo de cánceres infantiles, como algunos tumores cerebrales y leucemias.

 

Principales compuestos tóxicos en el hogar

 

Los principales tóxicos presentes en el hogar (y en oficinas) son:

Aceites minerales: sin tratamiento o ligeramente tratados

Ácidos aristolóquicos

Aflatoxinas

Arsénico

Asbesto

Benceno

Benzidina

Berilio

1,3-butadieno

Cadmio

Cloruro vinílico

Compuestos de cromo hexavalente

Compuestos de níquel

Emisiones en el interior de las viviendas por la combustión de carbón en los hogares

Exposición pasiva al humo de tabaco (humo de tabaco ambiental)

Formaldehído

Hollín

Óxido de etileno

Radón

Cloro

Torio

Tricloroetileno (TCE)

Vapores de ácido inorgánico fuertes que contienen ácido sulfúrico

 

¿Cuáles son las enfermedades que se derivan de estos contaminantes tóxicos?

 

En las mujeres los contaminantes tóxicos suelen dar origen a patologías como el cáncer de mama, la endometriosis, la muerte embrionaria y fetal, malformaciones en la descencencia, problemas neurológicos en los niños, cáncer vaginal, obesidad y diabetes.

En los hombres, los contaminantes tóxicos originan cáncer de testículo, cáncer de próstata, afectan la calidad del esperma, disminuyen el nivel de testosterona, modifican la concentración de hormonas tiróideas, obesidad y diabetes.

En las niñas los contaminantes tóxicos inducen pubertad precoz, cánceres infantiles, deformaciones en los órganos reproductores, problemas de desarrollo del sistema nervioso central, bajo peso de nacimiento, hiperactividad, problemas de aprendizaje, autismo, disminución del coeficiente intelectual y de la comprensión lectora.

Y en los niños suelen inducir criptorquidia o problemas en los testículos, hipospadias o problemas en la uretra, disminución del nivel de testosterona y feminización, hiperactividad, autismo, problemas de aprendizaje y disminución del coeficiente intelectual.

 

Somos un país sin defensa

 

La idea que prevalece en los partidos y activistas políticos en RD es que el gobierno es un botín y el ejercicio público una forma de enriquecerse al vapor.

Nadie nos defiende desde el Estado. Al revés.

De ahí que es clave que como individuos y padres de familia asumamos ese rol nosotros mismos, porque nadie lo hará por nosotros.

Algunos indicadores para no olvidar son el hecho de que se importó y se terminó por permitir que se distribuyera en el país una pasta dental tóxica, sin que hubiese un solo acusado, juzgado o preso por ese crimen, hace unos años. (https://listindiario.com/la-republica/2007/05/20/13503/venden-pastas-dentales-con-toxicos-en-oferta-con-cepillo-incluido-anbsp-rd-25-00-en-santo-domingo)

En otro episodio, se permitió (y negoció a espaldas de la población) que la empresa AES de Puerto Rico descargara en Arroyo Barril, RD, rockash tóxico, cargado de metales pesados, que terminó por provocarle la muerte prematura a una serie de infelices dominicanos que fueron contratados como paleros sin ningún tipo de protección o información,  para operar con la ceniza tóxica y generaron una serie de muertes y  problemas de salud a los habitantes de esa comunidad.  (https://www.diariolibre.com/actualidad/arroyo-barril-quedan-cenizas-y-muerte-15-anos-despues-CF11637489) 

¿Cuántos fueron acusados, juzgados y condenados por ese crimen ambiental y sanitario? Ninguno.

 Periódicamente se denuncia la muerte de miles de peces por tóxicos vertidos en el agua y nadie tampoco resulta enjuiciado y mucho menos condenado. Todo se resuelve por sobornos y la impunidad es la norma (https://almomento.net/investigan-muerte-peces-en-sabana-de-la-mar-y-miches/)

 Si no asumimos la responsabilidad de defendernos, nadie más lo hará por nosotros.

¿Qué podemos hacer?

 

La clave es responsabilizarnos de nuestra propia salud y de la salud de nuestra familia, educándonos y haciendo cambios en nuestro estilo de vida para llevar una vida más sana e inteligente.

Hacer cambios en nuestro estilo de consumo moviéndonos a un consumo más inteligente, empleando productos biodegradables (que además nos economizan hasta un 40% o más del dinero que nos hacen gastar), eliminando, reduciendo y sustituyendo todos aquellos productos o marcas que nos intoxican, dañan y enferman.

Sustituyendo marcas con ingredientes tóxicos como formaldehído, ftalatos, parabenos, triclosán, etc., por marcas con ingredientes no tóxicos ni dañinos tanto a las personas como al medioambiente.

Por igual, eliminando o reduciendo al mínimo el consumo de productos ultraprocesados sobrecargados de aditivos dañinos, calorías vacías e inflamatorios.

Practicar hábitos sanos como ejercitarnos, alimentarnos de forma sana, dormir adecuadamente, hidratarnos, respirar aire limpio, tomar el sol, reír, socializar positivamente y practicar la calma mental.

Desintoxicar nuestro hogar, nuestros hábitos de consumo y nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestros comportamientos (lo que incluye el detox emocional).

Reducir el nivel de tóxicos y cuidar un ambiente limpio y ecológico en nuestro hogar y nuestra familia es posible, si elegimos asumir nuestra responsabilidad.

Si no, las consecuencias terribles nos recordarán que les fallamos y nos fallamos.