Por Aquiles Julián
¿Qué es el
cloro?
Es un elemento gaseoso de color verde, altamente
reactivo, que fue descubierto en 1773 y se usó en la Primera Guerra Mundial
(1914-1918) como arma química para matar soldados enemigos.
En los supermercados se suele encontrar como
hipoclorito de socio, NaCIO, para uso doméstico en concentración del 5% en
agua.
El cloro es tan agresivo y tóxico que si tocamos el
cloro comercial, que tiene un 5% de concentración, nos provocaría irritación en
la piel, pero si tuviera un concentración del 15% nos quemaría la piel.
Tres formas
en que el cloro entra a nuestro cuerpo
Las familias han sido enseñadas a usar cloro como
desinfectante. El problema es que el cloro reacciona con la materia orgánica
del agua generando cientos de subproductos altamente tóxicos y peligrosos. Los
más conocidos son los trihalometanos (THM) y el ácido acético halogénico, el
cual es un compuesto cancerígeno. Estos subproductos tienen un carácter
altamente volátil y pueden penetrar por ingestión (el agua de piscina, por
ejemplo), inhalación (cuando nos da “olor a cloro”) y por absorción por la
piel, cuando entramos en contacto con aguas cloradas.
Los cuatro
problemas más comunes que causa el cloro a la salud
Los efectos más comunes de la exposición y el contacto
con el cloro en los seres humanos y animales son:
Asma
bronquial
Muy común en los niños, pues el cloro, ingerido o
inhalado por exposición inconsciente, degrada las células que protegen los alvéolos de los pulmones. Eso
les quita sus defensas y los predispone a padecer de asma. Además de irritación, pueden padecer de tos y
problemas respiratorios, goteos nasales y sibilancias (respirar con un silbido,
dificultosamente.
Un estudio publicado en Occupational & Environmental
Medicine (https://www.eurekalert.org/pub_releases/2015-04/b-pet040115.php
), muestra que la exposición pasiva al cloro en el hogar está vinculado a tasas
más elevadas de padecimientos respiratorios en niños.
“Las propiedades irritantes de compuestos volátiles del cloro dañan el
revestimiento de las células pulmonares, lo que provoca inflamación y debilita
el sistema inmune de los pequeños”, resaltan los autores.
Dolor de
garganta y nariz
Como es una elemento muy irritante, el contacto con el
cloro afecta la garganta y genera tos excesiva e irritación del tracto
respiratorio.
Malestar
general
Al ser tan agresivo, el cloro puede generar dolor
torácico. Una exposición mayor puede inducir vómitos, náuseas, mareos y
problemas respiratorios graves.
Irritación
generalizada
La exposición continua puede provocar comezón, ardor,
urticaria y enrojecimiento de la piel (dermatitis). En el caso de piscina,
bañarse y no lavarse la cara luego de salir puede causar irritación en los ojos
y la nariz.
Impacto
dañino del cloro en tu piel, tu pelo y tus uñas
El cloro y los subproductos que genera al entrar en
contacto con el agua y materias orgánicas, dañan igualmente el pelo, las uñas y
la piel tanto de personas como de animales.
Daños al
cabello
El cloro tiene un impacto dañino en el pelo,
eliminando elementos protectores y generándole resequedad. Igualmente lo
debilita tornándolo quebradizo. Por igual, interactúa con otros elementos presentes
en la piscina, como el cobre y el hierro, afectando y distorsionando el color
de los cabellos teñidos o con mechas, generándoles un tono verduzco.
En las últimas investigaciones de explora cómo el
cloro puede destruir ciertas proteínas en el cuerpo humano, creando daños
irreversibles en la piel y el cabello, tales como acné, seborrea, eccema, etc.
Se ha relacionado al cloro con la caída del cabello y con alteraciones del
sistema nervioso.
Daños a la piel
El cloro afecta
negativamente el manto lipídico protector de la piel. El hipoclorito de socio
puede inducir reacciones químicas en la piel, además de irritación, hinchazones
y pérdida de melanina. El cloro produce pérdida de humedad, brillo y
elasticidad de la piel.
Daños a las uñas
Al ser un agente
irritante, el cloro puede generar hiperreactividad en personas susceptibles,
perjudicando la adherencia de esmaltes y en efecto de otros productos para
cuidar las uñas, tornándolas frágiles y débiles.
Daños al
sistema inmune y cáncer
La exposición repetida a cloro puede por igual, según
muestran estudios de laboratorio, puede afectar el sistema inmune, la sangre,
el corazón y el sistema respiratorio de los animales.
Igualmente, ya existen múltiples estudios que
relacionan la ingestión de cloro en el agua con el riesgo de padecer distintos
tipos de cáncer, como el de vejiga, el del riñón, el gastrointestinal, del cáncer de colon, etc. En Estados Unidos,
el Consejo de Calidad Ambiental de ese país demostró que el riesgo de padecer
cáncer es un 93% más alto en personas que beben agua con cloro que el que
tienen quienes no beben agua libre de cloro.
El doctor Robert Harris destaca que “los
resultados refuerzan sustancialmente las pruebas existentes de que el cloro en
el agua tiene efectos adversos mensurables”, luego de estudios basados en
el análisis de miles de casos de muertes por cáncer en los estados de Carolina
del Norte, Illinois, Wisconsin y Louisiana.
El doctor Harris, miembro del consejo sobre la calidad
del medio ambiente, indicó que los científicos empezaron a sospechar ya en 1974
de que el cloro, al estar en contacto
con las sustancias naturales del agua, crea trihalometanos, que se ha probado que provocan cáncer en los
animales de laboratorio. Esta información la publicó el periódico El País, de
España: https://elpais.com/diario/1980/10/18/sociedad/340671605_850215.html
Otros dos enlaces que se pueden revisar sobre el
vínculo entre la exposición al cloro y el cáncer son uno del periódico El
Observador, de Uruguay, y otro del periódico ABC, de España, que proporcionamos
a continuación.
Daños al
medioambiente
El cloro es particularmente dañino, aún a bajos
niveles, para los organismos que viven en el agua y en el suelo, a donde se
suelen verter las aguas con cloro luego de lavar, fregar y trapear.
Plantas, animales, peces, bacterias y microorganismos
beneficiosos son dañados por la presencia de residuos clorados y los
subproductos.
Lo mejor que podemos hacer es reducir al máximo la
presencia de cloro en nuestros hogares y la exposición al cloro tanto personal,
como de nuestros niños y mascotas, y emplear sustitutos más seguros para
nuestra salud y para el planeta.
Debemos tener mucho. Uidado con el cloro ya que es un contaminante fuerte para el medio ambiente y también para nuestra salud ya que a raíz de el podemos desarrollar enfermedades pulmonares
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