Por
Aquiles Julián
Microinfluencer
¿Qué
es lo que hacen algunas personas que les genera riqueza y que la gran mayoría
no hace? ¿Cuál es la clave de la prosperidad y la libertad financiera?
Aunque
leo y escucho y veo a muchas personas opinando y dando recetas sobre ese tema,
por mi experiencia, estudios y aprendizajes como microemprendedor y como
empresario tradicional, sé que hay tres acciones claves que los que tienen
éxito en generar riqueza practican y que la gran mayoría no practica.
Si
ese tema te interesa, entonces este artículo es para ti.
La
primera acción: los que crean riqueza se enfocan en crear clientes
Muchas
personas se obsesionan con ganar dinero, ignorando que la fuente del dinero
siempre son las demás personas.
Ni
yo, ni tú ni nadie puede “crear dinero”, sólo podemos obtener dinero de otras
personas, y para que esas personas nos den su dinero, al operar un negocio, debemos proveerles algo en intercambio: un producto o
servicio que ellas necesiten, deseen y nos compren por un precio mutuamente
convenido.
El
dinero es la expresión de una energía, la energía productiva aplicada de los
seres humanos, y el dinero fluye de unas personas a otras.
Si
quiero que las personas me entreguen su dinero, tengo que enfocarme en qué
necesitan, quieren, desean y cómo se lo puedo proporcionar con rentabilidad
para mí.
De
ahí el valor de hacerme preguntas:
1.
¿Qué las personas necesitan, quieren y
desean y están dispuestas a pagar por adquirirlo?
2. ¿Qué de esas necesidades, gustos y deseos estoy en capacidad de suplir?
3. ¿Quiénes son mis prospectos de clientes iniciales?
4. ¿Qué necesitan saber para elegirme como suplidor?
5. ¿Qué tengo que hacer para ganarme su aprecio y su confianza como suplidor?
6. ¿Cómo puede proveerle los productos/servicios que ellas requieran y me soliciten?
7. ¿En cuál plataforma de negocio me apalancaré para conectar con mi mercado inicial?
8. ¿Qué relación estableceré con mis suplidores?
9. ¿Qué plan de acción aplicaré y cómo evaluaré mi progreso?
10. ¿Con quién me asesoraré y consultaré?
2. ¿Qué de esas necesidades, gustos y deseos estoy en capacidad de suplir?
3. ¿Quiénes son mis prospectos de clientes iniciales?
4. ¿Qué necesitan saber para elegirme como suplidor?
5. ¿Qué tengo que hacer para ganarme su aprecio y su confianza como suplidor?
6. ¿Cómo puede proveerle los productos/servicios que ellas requieran y me soliciten?
7. ¿En cuál plataforma de negocio me apalancaré para conectar con mi mercado inicial?
8. ¿Qué relación estableceré con mis suplidores?
9. ¿Qué plan de acción aplicaré y cómo evaluaré mi progreso?
10. ¿Con quién me asesoraré y consultaré?
El
dinero proviene de los clientes.
Las
empresas exitosas son aquellas que tienen un mayor número de clientes y que
realizan el mayor número de operaciones (transacciones, intercambios).
No
son los productos, el inventario, las sucursales, la publicidad, etc., lo que
determina el éxito comercial y la rentabilidad: es el tener clientes y realizar
operaciones con los clientes.
Las
empresas no quiebran por falta de inventario, quiebran por falta de clientes.
Crear
clientes es el primer secreto fundamental del éxito.
Sin
clientes, ni hay negocio ni hay ingresos.
Y
eso requiere cambios comportamentales, un mindset nuevo, pues no fuimos
educados ni enfocados en atraer, captar, retener y desarrollar clientes, sino
en prepararnos profesionalmente para atenderles los clientes a otros: los
emprendedores.
La
segunda acción: los que crean riqueza desarrollan organizaciones
Nuestra
capacidad de atender personas, brindar servicio y realizar operaciones a nivel
individual es limitada.
Los
límites son de distintos tipos: físicos, geográficos, energéticos,
relacionales, profesionales, humanos.
Sólo
tenemos 24 horas y en esas horas hay un fajo de horas, la mitad de las mismas,
que tenemos que ocupar en descansar, alimentarnos, cuidar nuestra presencia,
etc.
Para
realizar una operación, por otro lado, no sólo es clave nuestra disposición,
sino también la de nuestra contraparte, nuestros clientes.
Lo
anterior significa que si nuestra operación de negocio se limita a lo que
podemos hacer, será mínima y apenas podría dar para sobrevivir.
¿Cómo
podemos expandir nuestra clientela y el volumen de nuestras operaciones?
Muchos
lo hacen mediante el sacrificio personal, incrementando el tiempo dedicado a
trabajar en desmedro de su salud, sus relaciones, su familia y su calidad de
vida. Son los trabajólicos.
Lo
inteligente es hacer los que hacen los ricos: crean organizaciones.
Podemos
crear una organización mediante el esquema tradicional: emplear personas que
trabajen para nosotros.
O
podemos crearla mediante un modelo de economía de la conectividad: asociándonos
con ellas.
La
segunda es por mucho la más recomendable.
En
cualquier caso, la clave de tener un gran éxito es empeñarnos en desarrollar
una gran organización de atención y servicio a nuestra cada vez mayor base de
clientes.
La
tercera acción: los que crean riqueza se apalancan a recursos
La
tercera práctica que caracteriza a las personas que tienen éxito en los
negocios es que se apalancan en recursos externos.
El
apalancamiento consiste en apoyarse en medios y recursos no propios, que nos
permiten y facilitan alcanzar nuestras metas con mayor eficacia y rapidez.
Hay
muchos tipos de apalancamientos:
Financiero
Tecnológico
Comercial
Social
De
talento
De
medios o plataformas
De
popularidad
De
conocimiento
Lo
cierto es que el apalancamiento es una manera inteligente, productiva y asequible
de obtener los apoyos que requerimos para lograr nuestra meta de incrementar
las operaciones, ganar más clientes y crear una organización productiva más
extensa.
Las
tres acciones que diferencian el éxito comercial del estancamiento o del
fracaso
Se
pueden señalar múltiples “secretos” y “recomendaciones” que distinguen a las personas que se
enriquecen de las que no. Sin embargo, lo que realmente enriquece a unos y a
otros los limita o empobrece es que los que se enriquecen son duchos en esas
tres acciones:
1.
Se enfocan en crear, retener y desarrollar
más clientes
2.
Se enfocan en desarrollar una organización
para abarcar a más clientes, distribuir más productos y lograr mayor beneficio
3.
Se apalancan en distintos medios y recursos
para lograr esas dos metas de manera más eficiente y efectiva.
En
mi experiencia como empresario y como emprendedor, además de mi experiencia
profesional en mercadeo y consultoría, son esas tres prácticas las que separan
a los exitosos de los estancados o de los fracasados y quebrados.
No
recibimos, lamentablemente, entrenamiento para crear clientes. En las
universidades y centros técnicos nos capacitan para ser empleados, no para
emprender y ser empresarios.
De
ahí, que nuestras habilidades interpersonales, nuestra capacidad de enfocarnos
en otra persona, en servir a otra persona, en procurar su satisfacción y en
ganarnos su aprecio y preferencia, no está en nuestro bagaje de habilidades
para la vida.
Es
urgente que aprendamos las destrezas y habilidades del “don de gente”, las
habilidades interpersonales.
Y
reprogramemos nuestras prioridades y valores.
Tal
vez convenga que reflexionemos en lo que alguien dijo hace dos milenios: “No he
venido a ser servido, sino a servir”.
Ahí
se condensa todo lo que hay que entender.
Muy interesante para crecer, solo al que poner en práctica lo aprendido y seré , una emprendedora , creando muchos clientes , no haciendo mucho dinero.
ResponderEliminarMe gusto mucho este articulo, ya que deja bien claro las pautas a tomar en cuenta para emprender y crear buenos clientes. Es tiempo de dar el siguiente paso y emprender.
ResponderEliminarExcelente. A Trabajar!
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